Cuando se habla de Guns N' Roses, muchos piensan en la voz inconfundible de Axl Rose o en los riffs incendiarios de Slash. Sin embargo, el bajo de Duff McKagan ha sido una pieza fundamental en la identidad sonora de la banda. Con su estilo crudo, su presencia escénica y su enfoque punk, McKagan aportó el groove necesario para cimentar el sonido característico de los Gunners.

Nacido el 5 de febrero de 1964 en Seattle, Duff McKagan creció influenciado por la escena punk de los años 70, admirando a bandas como The Clash y The Stooges. Su llegada a Los Ángeles en los años 80 lo llevó a formar parte de diversas bandas hasta que, en 1985, se unió a Axl Rose, Slash, Izzy Stradlin y Steven Adler para dar vida a Guns N' Roses. Su forma de tocar, inspirada en el punk y el hard rock, le dio al grupo una base rítmica poderosa que se hizo notar en álbumes como Appetite for Destruction (1987) y Use Your Illusion (1991).

Más allá de su trabajo con Guns N' Roses, Duff desarrolló una carrera solista y participó en proyectos como Velvet Revolver y Loaded. También incursionó en el mundo de la literatura y las finanzas, demostrando ser un artista multifacético. Su regreso a Guns N' Roses en 2016 fue celebrado por los fanáticos, consolidando su estatus como una leyenda del rock.

A lo largo de los años, McKagan ha demostrado que es más que el bajista de una de las bandas más grandes del mundo. Su estilo inconfundible, su energía en el escenario y su versatilidad musical lo convierten en un ícono del rock, cuya influencia sigue vigente en la actualidad.